• El estudio ha sido liderado por el Dr. Xavier Montalban, director del Centre d’ Esclerosi Múltiple de Catalunya (Cemcat), jefe del Servicio de Neurología/Neuroinmunología de Vall d’Hebron y jefe del grupo de investigación en Neuroinmunología Clínica del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR).
  • Evobrutinib ha demostrado reducciones sustanciales en resonancia magnética del número de lesiones cerebrales de la esclerosis múltiple durante 48 semanas.
  • Es el primer tratamiento oral que demuestra que la inhibición de la molécula BTK (tirosina quinasa de Bruton) tiene un efecto positivo en la esclerosis múltiple recurrente bloqueando las células que atacan a la mielina.
  • Es un fármaco bien tolerado y que no ha mostrado efectos adversos significativos durante el estudio.

Un ensayo clínico en fase II liderado por el Dr. Xavier Montalban, director del Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya (Cemcat), jefe del Servicio de Neurología/Neuroinmunología de Vall d’Hebron y jefe del grupo de investigación en Neuroimmunología Clínica del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), demuestra que evobrutinib, el primer fármaco administrado por vía oral inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK), reduce sustancialmente las lesiones cerebrales activas en la esclerosis múltiple recurrente observadas por resonancia magnética. El estudio, que se ha hecho público hoy durante la Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología en Filadelfia (EE.UU.), la más grande de Neurología a nivel mundial, se ha llevado realizado promovido por la farmacéutica Merck y se publica en el New England Journal of Medicine.

“Evobrutinib es el primer inhibidor oral, altamente selectivo de tirosina quinasa de Bruton que demuestra una prueba de concepto clínico en esclerosis múltiple recurrente”, afirma el Dr. Montalban. “Es una muy buena posibilidad para todas las personas con esclerosis múltiple recurrente que podrán optar por un tratamiento oral más”, añade.

“Esta molécula es especialmente interesante desde el punto de vista terapéutico porque tiene un mecanismo dual que, por un lado, inhibe la actividad de los linfocitos B y, por la otra, afecta a la inmunidad innata, lo que significa que no solo tiene un efecto en la inflamación producida por la enfermedad sino que también influye en la progresión de la esclerosis múltiple”, destaca el líder del estudio.

El estudio en fase II, multicéntrico, doble ciego y controlado con placebo tuvo una duración de 52 semanas. Se evaluó la eficacia y la seguridad de evobruinitib en pacientes de entre 18 y 65 años con esclerosis múltiple recurrente (EMR), la forma de la enfermedad que cursa con recaídas o brotes. Los participantes se repartieron al azar en varios grupos que recibían dosis diferentes del medicamento o bien dimetil fumarato o bien placebo. El 85 por ciento de los pacientes completó las 52 semanas que duraba el estudio entero.

El objetivo primario del estudio era conseguir la reducción de lesiones cerebrales. Para evaluar el estado de las lesiones cerebrales se usó la resonancia magnética con un agente de contraste, el gadolinio. Los objetivos secundarios planteados eran la disminución de la tasa de recaídas anualizada (media de recidivas durante un año) en la semana 48 y la seguridad.

Previamente (en octubre de 2018) se había anunciado que a la semana 24 del estudio ya se había logrado el objetivo primario, la reducción del número de lesiones cerebrales en pacientes con EMR en comparación con placebo. “Con evobrutinib 75 mg a una dosis diaria y 75 mg dos dosis diarias, se observó una reducción del número de lesiones a la semana 12 del tratamiento. El estudio actual muestra que este efecto reductor de las lesiones se mantiene hasta la semana 48”, explica el Dr. Montalban. "En base a nuestro análisis inicial a las 24 semanas, estos nuevos datos demuestran todavía más el potencial de evobrutinib para la esclerosis múltiple recurrente", añade.

Con evobrutinib 75 mg BID (dos veces al día) el 79 por ciento de los pacientes estuvieron libres de recaídas a lo largo de las 48 semanas de tratamiento. “Nos sentimos muy satisfechos de que estos resultados a 48 semanas apoyen todavía más nuestro desarrollo clínico continuo de evobrutinib y la investigación de su eficacia en pacientes con esclerosis múltiple", comenta. “El hecho de que la reducción se observe ya a las 12 semanas indica que el fármaco empieza a demostrar efectos positivos rápidamente. Esto es especialmente relevante en el caso de los pacientes que tienen brotes”.

Respecto a los efectos adversos registrados no se observaron infecciones asociadas al tratamiento, linfopenia, ni ningún otro efecto adverso que pudiera comprometer la seguridad del fármaco durante las 52 semanas de tratamiento. Los efectos adversos más frecuentes fueron la nasofaringitis y la elevación de las transaminasas. Estos acontecimientos se iniciaron dentro de las 24 semanas posteriores al principio del tratamiento y desaparecieron cuando se interrumpió el tratamiento, sin consecuencias clínicas dentro del periodo de estudio de 52 semanas.

 

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